Granada, luna gitana,
cauce oculto de suspiros,
entre sus calles de piedra
y sus cielos de zafiros.
Anda un gato entre las tejas,
los toldos y los olivos,
Granada, fruta de perlas
moradas como el buen vino.
Bajo el brillo de la sierra,
bajo los bosques y ríos,
entre muros arabescos
se van abriendo caminos.
Granada, luna gitana,
morada como el buen vino.
con cantaores, guitarras,
con mantillas y abanicos.
Una mora que enamora
bajo un palacio morisco
entre sus calles de piedra,
de seda, algodón y lino.
Sangrienta luna en que mueren
cada mañana en el piso
y renacen cada noche
los sueños de Federico.
