Arbuto, un canceriano

"El hombre cáncer" por Linda Goodman
con comentarios de Arbuto en celeste

A veces busco panecillos
o preparo trampas para cangrejos;
a veces busco en las verdes colinas
ruedas de cabrioles;
y de esa manera dijo con un guiño,
me gano el dinero...
Y con mucho placer brindaré
a la noble salud de Su Señoría.

Lewis Carroll

Taciturno experto en circunloquios lo es, pero atolondrado y charlatán, no. No esperes que este hombre deje al desnudo su alma el primer día que lo conozcas (obvio, nena, Arbuto no se anda regalando así nomás). Cáncer jamás confía en los extraños, y hay ciertas cosas que ni siquiera sus mejores amigos saben. Llegar a conocerle exige mucho tiempo y una buena dosis de paciencia. Si te presentan a uno de ellos en uno de sus días agrios y quisquillosos, es posible que no te sientas muy deseosa de conocerlo mejor, pero prueba otra vez, no abandones tan fácilmente.

Cáncer puede ser casquivano y voluble, pero también es capaz de lealtad y sensibilidad. Sin previo aviso, ese ceño fruncido puede ceder el paso a una sonrisa. Sus ásperas quejas y sus modales gruñones van suavizándose lentamente hasta convertirse en un tono de ternura, un segundo antes de que le sacuda una risa profunda, o se sofoque en el intento de ahogarla, o estalle en una histérica carcajada lunar. Cuando esté triste y pensativo te sentirás impulsada a abrazarlo para calmar su melancolía (sin embargo, rara vez han abrazado a Arbuto en tales circunstancias). Cuando exhiba su agudeza intuitiva, te quedarás mirándolo con reverencia. Su cautela te impresionará, te deprimirá su pesimismo.

Puede ser tan galante, cortes y considerado que casi esperarás que te invite a bailar un minué. Aunque, desde luego, es un romántico, también es increíblemente práctico y sensato. ¿Qué hacer con un hombre así? (aclamar a viva voz: ¡Ave Arbuto, eres tú el rey de reyes!)

Trata de entenderle. No es que tenga una personalidad cambiante, son simplemente caprichos lunares que atraviesan su conciencia, que hoy están y mañana han desaparecido. Tanto entre esos cambios anímicos como durante el tiempo que cada uno de ellos dura, Cáncer es fiel a su naturaleza. Jamás se aparta de su molde básico, a pesar de los cambios de expresión que modifican sus rasgos (punto clave para entender a Cáncer y en consecuencia a Arbuto). Trata siempre de recordar que aunque sus modales puedan ser rudos y distantes, el corazón del Cangrejo siempre es tierno y afectuoso, y tan rebosante de sentimiento que es la causa de que a veces se sienta vulnerable (gran verdad: Arbuto tiene un corazoncito sensible que sufre). Entonces se retira dentro de su concha (la que continuamente lleva consigo) (entiéndase "cubierta, formada en su mayor parte por carbonato cálcico, que protege el cuerpo de los moluscos y que puede constar de una sola pieza o valva, como en los caracoles, de dos, como en las almejas, o de ocho, como en los quitones" por el amor de nuestro Belcebú), para protegerse por un tiempo de sus propias emociones. Pensarás que es un verdadero cangrejo, y estarás pronta a abandonar cuando se refugie en un silencio ofendido.

Pero cuando vuelva a asomarse cautelosamente para ver si hay sol, volverás a sentir la tentación de acercártele. Lamentablemente, un Cáncer puede ser de vez en cuando un perfecto aguafiestas capaz de hundir a todo el mundo en la depresión y de calarte hasta los huesos con su lluvia de pesimismo (a Arbuto lo entristece confesarlo). Pero también en otros momentos resulta tan divertido como un orangután con hipo. No me extraña que no sepas si encogerte de hombros o abrazarle con ternura. Los cambios de temperatura de Cáncer dejan atónito a cualquiera. Primero te hará estremecer con sus ojos helados, después te abrumará con su dedicación. Se mostrará tanto más indiferente cuanto mas miedo tenga de perder algo. Tal vez ese algo seas tú. Vuelve a decirle una y mil veces que eres suya, porque para sus oídos las palabras de amor son música (eso depende enormemente de la calidad del compromiso que Arbuto haya evaluado asignar a la relación en cuestión).

Claro que es posible que se sumerja en uno de sus ataques de extravagancia en mitad de una escena de amor, en una noche de luna llena. En el preciso instante en que tú te dejes llevar por los sueños más deliciosos, tal vez él se ofrecerá a recitarte su poema favorito. Tú, suspirando, volverás a recostarte en su hombro con los ojos cerrados, y él graznará algo así como: “La vaca es un animal / todo forrado de cuero / tiene las patas tan largas / que le llegan hasta el suelo”. Ello quizá te arranque violentamente del mágico hechizo, pero es que la Luna llena puede tener efectos extraños sobre las emociones lunares (Arbuto no puede mantener una relación con una señorita que se niegue a oír cada día poemas de la negritud de Nicolás Guillén o del "Canto general" de Pablo Neruda, otros cancerianos por cierto, y en eso es irreductible). A lo que me refiero es a que puede ser tan loco como una cabra, aunque sea lo bastante despierto como para amasar un millón de dólares y conservarlo.

Y ya que ha salido el tema del dinero (maldita Linda Goodman, me río a carcajadas de vuestro país yanki-cancerianoide, pues resulta que en este lado del mundo Arbuto considera que el dinero es un mal, al que vuestro infame capitalismo nos ata), si tú te cuentas entre las mujeres a quienes les gusta pagar a tiempo el alquiler, has encontrado al hombre adecuado. Ama la seguridad casi tanto como a ti. Es posible que le lleves una pequeña ventaja, pero puedes considerar que tu peor rival es el dinero, al que Cáncer perseguirá durante la mayor parte de sus días con una dedicación que puede hacer pensar en el fervor religioso. (Es posible que las noches le traigan otras cosas para perseguir.) No es el peor destino que podría haberte correspondido. El dinero le ha fascinado desde que era niño, y para él ahorrar será mucho mas atractivo que gastar. No es exactamente avaro, pero digamos que no es probable que jamás le veas encender la pipa con un billete de un dólar por hacer un truco de prestidigitación. Su sentido del humor rara vez se ejercita sobre el frío tema del dinero; para el Cangrejo, el dinero no es algo que mueva a risa. Probablemente, antes de haber aprendido el alfabeto ya era capaz de hacer mentalmente una suma, y para los once años tenía decidido su camino. No te sorprendas si descubres que todavía guarda, sin abrir, su primer cerdito hucha. El tintineo de las monedas y el crujido de los billetes verdes le calman los nervios, aunque no se jacte de la cotización de sus acciones. Es raro que Cáncer ahorre dinero pensando en una mejor posición social. Lo hace por el gusto de hacerlo, y hasta es probable que reste importancia a sus condiciones de mago de las finanzas. Él no es mas que “un muchacho pobre que trata de ganarse la vida, y va tirando lo mejor que puede”. Puede ser que te sientas tan apenada por él que incluso te ofrezcas para conseguirle un préstamo bancario. No te molestes en hacerlo, que probablemente él es uno de los accionistas (Asquerosas mentiras, a Arbuto me lo tienta el ser rico, sino que lo aterra la pobreza, cosas muy distintas ¡Hay que salvar el socialismo! ¡Viva Fidel! ¡Viva la revolución!).

Un signo de fuego en el ascendente puede provocarle algún impulso a dilapidar, al que resistirá con valor admirable (no es el caso de Arbuto que tiene el ascendente en Capricornio que es un signo de tierra). Aunque de vez en cuando ceda a alguno de esos impulsos derrochones para levantarse el ánimo, ello no será en él un hábito (100% cierto: ayer me compré tres medialunas). Y antes de que empieces a tacharle de “tacaño” para tus adentros, has de saber que el hombre Cáncer tiene una idea interesante de la economía. Preferirá llevarte a cenar al mejor restaurante y que os atiendan por lo que paga, antes que ofender su sensibilidad y su gusto con chuletas de cordero recocidas y un mal servicio en un lugar de segunda categoría (Arbuto se ríe de los restaurantes de clase, cuando va a allí es porque la situaciones en las que se involucra se lo exigen, pero si por el fuese preferiría enormemente comer en su casa pues le resulta más humano, más relajado y menos forzado). Le parece una tontería gastar el dinero en un abrigo de lana, cuando el armiño o la chinchilla se amortizarán solos con el tiempo. En su opinión, un buen coche de marca y diseño clásico es mejor inversión que uno mas barato que se te desvaloriza tan pronto has dado la vuelta a la esquina. Para Cáncer, calidad y economía son sinónimas (gran verdad, sin embargo sucede que con el maldito fordismo las cosas se hacen para que en dos años no sirvan más; "todo lo sólido se desvanece en el aire" decía Karl Marx, y esa frase tiene más vigor hoy que al momento de su enunciación; sobre tal base nada es posible, más que engordar a los grandes capitalistas; que son de hecho los primeros responsables de los índices de pobreza, pues hoy ésta es incombatible de raíz porque no se les puede garantizar nada, ni siquiera que una heladera les va a durar toda la vida sin romperse nunca como, de hecho pasaba en los tiempos de mi abuela). ¿Has visto? Estaba segura de que esto te devolvería el brillo a los ojos (después de leer este último comentario sospecho que no tanto).

Hasta los nativos más poéticos y soñadores de este signo, los que se pasan la vida inmersos en la música, el arte o algún otro empeño cultural, tienen un nítido sentido del valor del dinero. Es posible que un artista lunar pinte en un ático, pero no que necesite de la seguridad social. Es probable que escondidos en las vigas haya unos cuantos bonos y acciones. Tampoco hará donación de sus cuadros, los venderá a buen precio, si es un profesional. Pero es que lo valdrán (el hecho de que publique mis poemas refuta, en alguna medida, esta declaración puesto que para Arbuto el arte no es de nadie y es de todos y si llega a comerciar con él no es más que por no caer en banca rota, habida cuanta de su precaria economía de estudiante). Cuando un Cáncer se dedica a una carrera, es seguro que llega a la cúspide. Está lleno de talento artístico. Le podrías sugerir a tu amado Cáncer que te dibuje las tarjetas de Navidad. Aunque no sea mas que un aficionado, serán encantadoras (por el momento no puedo opinar de mí mismo puesto que, como decía Zitarrosa: "Cuando el pueblo las canta / recién empieza / la vida de las coplas / y su certeza").

Si es un Cáncer auténtico, no enloquecerá por la ropa deportiva. Su atuendo denotará cierta formalidad (efectivamente, aunque Arbuto tampoco le ha hecho asco, llegado el caso, a los disfraces extravagantes, habida cuanta de su afición al histrionismo). No importa que pague por él millones o unos pocos miles, su traje será de corte clásico e impecablemente cosido. Es frecuente que le gusten los cuellos con botón (si, todavía los venden: a los Cáncer), los puños con gemelos y las camisas caras, que compra al por mayor y por lo general sin monograma (demasiado ostentoso; él prefiere pasar inadvertido). Por más que durante un breve periodo, mientras amasa su primer millón, pueda andar corto de dinero, llevará los zapatos lustrados y no le verás nunca con los calcetines caídos. Durante cualquier período de incertidumbre financiera (que en todo caso será transitorio), un varón Cáncer irradiará de alguna manera un aire de digna riqueza, como de alguien que ha conocido días mejores. Y si no los conoció, los conocerá, puedes estar segura. A sus manos llegarán algún día sustanciales sumas de dinero, o encontrará la oportunidad de ganarlas. No siempre será rico, pero un Cangrejo en paro es tan raro como un cocotero en Siberia (¡y dale con que la gallina orina!). Su lema secreto es “quien juega y no trabaja tiene la cartera flaca”, y él la prefiere agradablemente regordeta (no, simplemente odio el azar capitalista y no puedo concebir que ciertos forros hijos de re-mil -puta como por ejemplo Bill Gates, ganen millones por rascarse las pelotas y mandar a hacer un sistema operativo tan celebrado y tan de mierda como "Window", que si no se reinstala periódicamente se convierte en una cagada a pedal; no es que esto último me parezca un tema particualarmente importante, sólo que considero que quien hace este tipo de fraudes, con los que no sólo se perjudica a la humanidad, en mayor o menor grado, y con los que sacan guita a paladas, merecen morir ahogados en su propio vómito cual Jimi Hendrix -que los tiempos guarden en la gloria-, simpático afro-americano digno de mejor suerte).

Esperemos que sepas ganarte la simpatía de su madre o, más bien, roguemos por que te la ganes. Es bastante seguro que ella aparezca con frecuencia en la conversación de tu amado, en comentarios como: “Mi madre jamás usa tanto maquillaje, y es una mujer muy hermosa. ¿No te parece, cariño, que llevas demasiada sombra en los ojos?”. 0: “¿Tú utilizas comidas congeladas y todas esas cosas? Cuando yo era niño, mamá amasaba el pan en casa”. También es muy probable que ese dechado de virtudes se te aparezca en persona, cuando tú menos lo esperes. “Tesoro, esta noche no podré llevarte al teatro. Voy a llevar con el coche a mamá, que se va a pasar unos días al campo". Digámoslo en forma realista: es posible que Cáncer se resista a destronar a mamá (recordemos que la medre de Arbuto es virginiana, signo destacable por su perfeccionismo minimalista del cual Arbuto tiene plena conciencia y del cual ora ha aprendido, ora lo ha sufrido casi tanto como lo que sufrió Winona Raider cuando éste la abandonó) para coronarte a ti como su nueva reina.

Pese a todos sus ocasionales impulsos de vagabundeo, es un Cangrejo tremendamente domesticado, y si su madre ha sabido hacer de su casa un hogar, él no tendrá prisa por abandonarlo. Los Cáncer son muy apegados a la madre, o bien se han alejado completamente de ella (mi mamuchuna siempre me dijo que era mentira). La relación con ella nunca es tibia. Los que no sienten reverencia por la madre son los adoptados, o bien aquellos en que los celos ante el lugar que el padre ocupa en el afecto materno han provocado un bloqueo emocional. En tal caso pueden exhibir una frialdad y un aislamiento antinaturales.

Sin embargo, con el Cangrejo típico el problema más probable es el contrario; de nada sirve recurrir a la política del avestruz. Si te has enamorado del tipo mas común de Cáncer, tendrás que hacerte amiga de la madre y ser su rival al mismo tiempo que la cubres de atenciones (bueno, no es parta tanto; además, mami siempre me dice que ya corté el cordón umbilical con ella). No es fácil cultivar una amistad a la vez que se compite, pero es la estrategia que tendrás que usar (no darle bola es otra opción bastante práctica). Jamás dejes que ella tome la delantera como cocinera y ama de casa (recordemos que Linda escribió esto en Estados Unidos y a fines de los sesenta, por lo que mi nostalgia al pasado apunta precisamente a esos años y no a los veinte o a los treinta como la de los yankis de aquel entonces). Déjala que te enseñe a hacer el pastel de limón con merengue, pero después ve tú sola y hazte por tu cuenta un estupendo Boeuf Stroganoff. Asegúrate de que le malcrías por lo menos tanto como le malcría ella, que ya puede ser bastante (no, tampoco es el caso). Es probable que él haya crecido acostumbrado a sentirse el niño de sus ojos. Si lo tienes muy en cuenta, le alimentas regularmente, le atiendes y no te separas de él cuando esté enfermo, y por la noche le arropas tiernamente en la cama puede convertirse en un tesoro de Cangrejo. Aunque ellos jamás lo admitirán, a los hombres de Cáncer les encanta que las mujeres les cuiden y les mimen (puede ser; bueno, sí Arbuto es franelero ¿Y qué?).

También hay ciertos rasgos que pueden equilibrar las cosas en vuestra relación. Para empezar, él también será excelente cocinero, y es posible que te sorprenda con su capacidad para preparar una exquisita comida. Cuando este hombre invita a cenar en su apartamento, por lo general lo dice muy en serio. Incluso si te invita a ver su colección de aguafuertes es posible que no haya segundas intenciones. El varón Cáncer típico adora las cosas mejores de la vida; en una palabra, él está en la cultura. Es muy posible que realmente tenga algunos excelentes aguafuertes, o por lo menos una estupenda colección de discos. Y es bastante seguro aventurarte sin otra compañía en su rocosa caverna, porque el hombre lunar típico es la esencia de la galantería con las mujeres. Generalmente, Cáncer será un caballero mientras tú no dejes de ser una dama (grandes verdades, éstas; salvo por lo de la comida, aunque Arbuto ya aprendió a hacer ñoquis caseros). Así se hacían las cosas en los días de la abuelita, y para él esos si que eran días. (Es probable que tenga sobre la chimenea la fotografía de la abuelita.) Pregúntale por su árbol genealógico, que le gustará mucho que lo hagas. A la mayoría de estos nativos les encantan los linajes y los antepasados (efectivamente: desciendo del General Pedernera, segundo al mando de la legión con que Lavalle pretendió derrocar a Rosas). Les fascinan las cosas viejas, desde la abuelita a esa mesa de guindo del siglo XVIII que se trajo de su primer viaje a Europa.

Si te dice que quiere hacerte una fotografía, no salgas corriendo. La fotografía es un pasatiempo común entre los lunares, y son pocos los Cáncer que se pasan la vida sin tener por lo menos una cámara. Claro que podrían tener a Venus en Escorpio o la Luna en Leo (esto último ha sucedido en el caso de Arbuto), de modo que tal vez seria mas prudente verificar su carta natal antes de decir que sí a nada. Sea lo que fuere, tu dile: “Me encantaría, cariño, pero ¿no tienes inconveniente en que llame primero a mi astrólogo? Necesito saber cuando es tu cumpleaños”. Y si cree que estas bromeando, sácale inmediatamente de su error. Simplemente, dile que J. P. Morgan casi nunca hacía una jugada de Bolsa sin consultar a la astróloga Evangeline Adams, que era nieta y bisnieta de John Quincy Adams y de John Adams. La combinación de la historia y el dinero hará que se le agranden los ojos de interés (el corazoncito sensible de Arbuto no requiere asquerosos panfletos capitalistas para ser convencido; si algo tiene onda, Arbuto lo aceptará).

Pero Cáncer puede pasar mucho tiempo sin invitarte a ver sus aguafuertes ni su mesa de guindo. Si bien no se privará de flirteos intrascendentes, pueden transcurrir años antes de que se enamore en serio, porque para él no es fácil encontrar una mujer a la que considere digna de su interés. Cuando la halle, la cubrirá de regalos y de admiración, pero sus normas son exigentes y no cualquier chica puede satisfacerlas. La mayoría de los Cangrejos tienen miedo de quemarse, y no sin motivo. Una pareja frustrada, que para un hombre medio sólo sería causa de unas tristes semanas de readaptación, para él puede ser un desastre. Cuando algo le separa de la pareja con la que ha conseguido establecer intimidad, el duelo puede prolongarse durante muchos años (¡gran verdad!).

Renuente por naturaleza a precipitarse, una vez que está seguro no es fácil que Cáncer se eche atrás. Puede desempeñar hábilmente el papel de enamorado romántico. Después que se te haya declarado y cuando tenga alguna esperanza de conquistarte, su timidez se tornará repentinamente en tenacidad y te encontrarás con un galán serio y decidido, que no aceptará el no por respuesta para la decisión que ha tomado. Es probable que se te meta en el buzón (en sentido figurado, claro), que acampe sobre tu felpudo y te monopolice el teléfono. No es fácil escapar a la tenacidad del Cangrejo (Arbuto, por respeto, funciona al revés: siempre intenta dejarle a las señoritas la puerta abierta, pues considera que todas tienen derecho a rechazarlo sin darle ninguna razón: si no lo quieren, no lo quieren, punto), ni tu querrás hacerlo probablemente. Son muchas las chicas que sueñan con un mundo como el de él, iluminado por la luna, para vivir y soñar; un mundo donde alguien las tenga firmemente abrazadas y las proteja del lobo grande y malo que acecha en la puerta (claro, después de que nos asesinó, nos trata de Jóvenes Manos-de-tijeras).

Ahora que ya sabes que no es descuidado para vestir ni derrochón, que probablemente será un cocinero de ensueño, que tiene excelente gusto y anda en busca de una chica tradicional, como la chica con la que se casó papá, y que puede ser un verdadero tórtolo (siempre que no esté con el ánimo bajo), ¿qué otra información puedes necesitar? ¿Qué tal es como padre? Pues las noticias son inmejorables. Todos los Cáncer son madre de corazón, hasta los hombres.

Lo que quiero decir es que será un padre excelente, por esa misma naturaleza atenta, gentil, tierna y comprensiva de la que tú misma te enamoraste. Tendrá infinita paciencia con los niños y se interesará auténticamente por cada dedito magullado, juguete roto o dolor de muelas. Se pondrá un gorro de papel para las fiestas de cumpleaños, le adorarán todos los chicos del barrio y se pasará las horas entreteniendo a los pequeños. Los papás Cáncer se enorgullecen de sus hijos y velan con fiereza por sus hijas. Cuando sean pequeños, será el mejor papito que puedas imaginarte, aunque las aguas puedan enturbiarse un poco cuando llegue la adolescencia. Como le gustaría que su progenie buscara para siempre apoyo en él, es posible que con los primeros signos de independencia se vuelva a convertir en un Cangrejo lunático por un tiempo, ante el deseo de los chicos de obtener su propia experiencia en el mundo (Arbuto no tiene hijos pero presiente que es verdad).

Se paseará por la sala hasta gastarse la suela de los zapatos cuando Enriquito salga con el coche después de medianoche o cuando la pizpireta Lucia no vuelva de la fiesta para el toque de queda. ¿Recuerdas cómo le impresionan las cifras? Echa mano de la aritmética para hacerle ver que está equivocado. Fíjate, cariño. Ahora tenemos dos hijos. Cuando se casen, podremos tener seis u ocho nietos, como los dividendos en el banco. Y seis u ocho dan mas felicidad que dos, ¿no?”. (Ahí le ganaste.) “Me alegro de que estés de acuerdo. Ahora, ¿quieres decirnos por favor donde has escondido el vestido de novia de Lucia, y sacarle a Enrique esas esposas, para que pueda firmar la licencia de matrimonio?” No lo intentes mientras haya luna llena, porque podría interpretarlo mal; además, ningún Cangrejo puede pensar bien cuando las vibraciones lunares son fuertes. Le resulta difícil renunciar a su dominio, pero si le haces presente que todavía te tiene a ti para aferrarse, aflojará la presión.

Bueno, para el futuro, eso es todo. Tu problema inmediato es engatusar a tu Cangrejo para que avance directamente hacia una propuesta matrimonial, en vez de pasearse astutamente de un lado a otro, esquivando el asunto. Puedes hacer como que vas a dejarlo por uno de esos tipos audaces y cavernarios. Generalmente, el Cangrejo dejará de andar hacia atrás cuando el objeto tú, en este caso dé señales de alejarse. Pero eso requiere que busques otro hombre, para que él se despierte. Y como él te vigila tan de cerca, puede ser engorroso.

La manera más fácil de ponerlo en situación de que pique con fuerza y se deje de juegos de salón es jugar con sus emociones, que están siempre por debajo de la superficie de su mente de calculadora. La música, la poesía, las flores, la ropa hermosa, los perfumes caros usados con discreción, las palabras tiernas y las caricias son armas que irán desmoronando su débil resistencia al romance. No olvides que hay una línea directa que comunica su corazón con el estómago. Recorta de las revistas fotografías de bebés, deja fuera la máquina de coser, de manera que se vea bien, levántate un par de centímetros los dobladillos de las faldas y mímale un poco. Ponte una de esas pulseras hechas con monedas extranjeras, que con eso le tocarás dos cuerdas sensibles, la de los viajes a lejanas costas y la del dinero. Alguna noche te preguntará impulsivamente si no te gustaría conocer a su madre. A la mañana siguiente ya puedes con absoluta seguridad encargar las invitaciones y comprarte el ajuar: no hay duda de que has ganado el corazón de un caprichoso hombre lunar, lleno de mil sueños secretos, y la aprobación de la chica que él prefiere. Ya puedes “navegar durante un año y un día”, mientras bailas a la luz de la luna y comer con un pequeño tenedor para entremeses picantes (¡Maldita Linda! ¡Revela los secretos para conquistar a Arbuto y los pone al alcance de cualquiera!).

¡Buen viaje! Y no te olvides: no se te ocurra tirarle ese abollado sombrero viejo, ni las zapatillas aquellas de tenis, y tampoco la colección de sellos o los boletines de la escuela primaria. Son sus tesoros. En cuanto a ti, no te vayas sin paraguas, que algunas noches serán muy húmedas. ¿Me permites que te diga que estás muy guapa con el abrigo de chinchilla? Pero claro.

Si una mujer siempre está guapa cuando la aman... y a ti te aman (¡Ay, mi puchultrufa ariana ya se me puso sensiblera!).

La lanza de fuego

Con el poncho colorado entre las lanzas riojanas peleando en la montonera un gaucho va haciendo Patria. Eran sus ojos las chispas...