
Han vuelto del pasado
mis viejas primaveras...
ya ves, guitarra vieja,
y el mundo sigue en pie
como un rayo de luna
cruzando la barriada,
como una madrugada
sin mate ya y sin fe.
Y no habrá sol que pueda
con tanto invierno helado
si el fuego del pasado
se queda ya sin luz
con tu puñal de adioses
los sueños me arrancaste
del cielo que pintaste
con tu promesa azul,
la promesa de amor
de aquella noche oscura
cuando por la cintura
te quise yo abrazar.
Dijiste que el cariño
eterno me jurabas
mientras que comenzaba
tu barco ya a zarpar.
Fantasmas mortecinos
y sombras encrespadas
se trepan por las alas
de mi desilusión
y apagan, inclementes,
las luces de mi alma
como la vieja arpa
su do-re-mi-fa-sol.
Y no habrá sol que pueda
con tanto invierno helado
si el fuego del pasado
se queda ya sin luz
con tu puñal de adioses
los sueños me arrancaste
del cielo que pintaste
con tu promesa azul,
la promesa de amor
de aquella noche oscura
cuando por la cintura
te quise yo abrazar.
Dijiste que el cariño
eterno me jurabas
mientras que comenzaba
tu barco ya a zarpar.