
Al Meñu y a Juliano por ponerle onda y música, respectivamente.
Se incendia la luna
de fuego y alcohol
nostalgias y cosas
borrachas de rock.
Y pasan las horas
se apaga mi voz
¡Qué triste es el cielo
cuando sube el sol!
El bar está solo
y sólo yo estoy
escuchando un blues
que sangra de amor.
Tomando una birra
pensando en los dos
muriendo de a poco
llorando por vos.
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