miércoles, 12 de marzo de 2008

Con canto de sirena

Ya no vengas con canto de sirena
a decirte una huérfana de luna,
ni digas que fue sólo la fortuna
quien colmó con tu miel a mi colmena.

Ni trémula te pone, ni me apena
que fuera aquella noche inoportuna,
ni creas que te amé como a ninguna;
ni yo soy Dios, ni vos, mi Magdalena.

Si dejaste el pasado en el pasado,
no me pases la cuenta del pecado,
ni nieves mi verano cuando invernas.

Sólo quise escribirte un mejor verso
y buscar con la boca el universo
del cielo de la boca de tus piernas.

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