domingo, 30 de marzo de 2008

Quinetetos desesperados






















Cuando me quema el frío del invierno
la noche en que de tanto madrugar,
como un hierro en la fragua de Vulcano,
como un rayo de luz crepuscular,
amaneció el verano más temprano...

Despierto cuando es tarde para hablar
y callo la verdad que me desmiente
duermo el sueño de un sueño desvelado
cuando me quema el frío nuevamente
del hueco que se ha hundido a mi costado.

El cielo es un relámpago escarlata
y la vida una rosa que agoniza
y se apura mi sombra a no hacer nada
y el cálido susurro de la brisa
que vuelve a descansarme la mirada.

Poesía, que eras luz, verdad y vida
y llamabas las cosas por su nombre
¿Con qué vas a rimar amor ahora,
ahora que me canso de ser hombre
adicto a los espejos y a la hora?

Poesía, se me ha muerto el yo más mío,
he perdido la nostalgia y el pasado
y he caído rendido en el camino
de un destino que va hasta ningún lado
y muere en un vacío repentino.

No hay comentarios:

Granada

Granada, luna gitana, cauce oculto de suspiros, entre sus calles de piedra y sus cielos de zafiros. Anda un gato entre las tejas, los toldos...